viernes, 21 de agosto de 2009

email


Rubén Osvaldo, a través de la página "Ángeles de Amor", nos envía esta carta. ¡Disfrutémosla!

Hola hermano-hermana:
¿Viste lo que estas logrando? Estas cambiando al mundo. Sí, lo estas cambiando tú.
Tú fuiste quien facilitó los cambios que hoy ya estamos viendo; con tus intenciones, con tus esperanzas y con tu amor. Tú hiciste que saliera a la luz la hipocresía, la codicia, la mentira. Y ahora esos velos que permanecían ocultando todo ...se estan cayendo a pedazos.

Fueron tus sueños de ver un mundo mejor los que lograron lo que ya ha comenzado y promete llevarse todo lo viejo y oscuro por delante. Es esa energía que imaginaste desde hace muchos años, arrasando con todo lo sucio que rodeaba al planeta y dejando ver las cosas maravillosas que hoy estamos empezando a adivinar que existen debajo de tanta basura.

Ese velo comienza a caerse y ya no habrá más secretos en el hermoso cielo que es este planeta, ese cielo que tanto nos han negado y que ahora estamos recobrando poco a poco. ¿Te acuerdas cuando soñabas con un mundo mejor ? Ahí se gestó todo. Tus sueños y los mios lograron lo que ya se vislumbra en todas nuestras moléculas, en nuestras células, en nuestros átomos. Ellos están totalmente seguros del cambio, porque todo nuestro organismo también está cambiando, se va alineando a lo nuevo que viene y comienza a vibrar de otro modo. Todo está a punto de develarse.

La luz, tu luz y la mía, están cubriendo todo y exaltando LA verdad. Hace millones de años que esperábamos estos acontecimientos. Tú lo soñaste hace mucho y lo fuiste plasmando vida tras vida con tu lucha y con tu amor, con tu sufrimiento y con tu esperanza, con tus dudas y con tu voluntad. Pero nunca dejaste de soñar, aún cuando creías que ya no soñabas porque hasta ese deseo te habían arrebatado. Pero igualmente, en forma conciente o no, ibas colocando tu fichita de esperanza en el tapete. Y apostabas al amor. Y apostabas a la unión. Y apostabas a la felicidad. Y por momentos también te preguntabas asustada y preocupada ¿pero... dónde está el amor? y luego al tiempo te volvías a enamorar o nacía tu primer hijo y recuperabas la memoria de dónde lo habías olvidado transitoriamente, porque ahora te invadía y te atropellaba por todos lados. Y fue también en ese momento que fuiste forjando este mundo nuevo, porque lo deseaste para el recién llegado y ahora estás seguro de que no tiene vuelta atrás.

Tus intenciones. Tus sanas y puras intenciones y las mías comenzaron la tarea de doblegar lo malo y transformarlo en aquello que parecía inalcanzable. La transformación se huele en el aire. ¿Notas que hoy se habla de cosas que parecían imposibles hace algún tiempo atrás ? Las verdades se están mostrando. Tú lo quisiste cuando gritabas (en voz baja muchas veces) ¡Basta de mentiras, quiero la verdad! Y hoy ves y descubres, por ejemplo, que la codicia está matando al planeta. Alégrate hoy se cayó tu velo y puedes ver todo por ti mismo, sin noticieros que te cuenten “su verdad”; ya no te engañan con caritas bonitas o con caras de circunstancias en la tele, porque desarrollaste la intuición y todo lo filtras con el que nunca se equivoca, o sea con tu corazón, que es el que encierra dentro tuyo toda la sabiduría. ¡Creciste nene! ¡Despertaste! Tú lo hiciste posible cuando soñaste que estas cosas salieran a la luz; y ahora quieres más, claro que sí, es tu derecho, porque te diste cuenta de que tu única obligación es SER FELIZ. Pero también lograste explicarte a ti mismo la verdad y el gran misterio de esto que llamamos vida y es QUE TODOS SOMOS UNO. Estás dándote cuenta que nos separaron para mantenernos quietitos, dominaditos, calladitos, en la ignorancia de lo que realmente somos. Pero tu instinto siempre te decía que la vida era algo más que tener mucho trabajo y muchas cosas. Te diste cuenta que eso no es ABUNDANCIA. Te felicito, y me felicito porque despertamos juntos. Nos dimos cuenta de que la separación no existe y que lo que yo hago, sí o sí afecta al otro y viceversa. Y está en la comprensión de esa viceversa, que al sufrirlo en carne propia fuimos aprendiendo, tú y yo, que la cosa debía ir por otro lado. Y entonces hermana, nos dimos cuenta de que tú y yo somos uno.

Empezaste a ver de manera diferente al otro, porque quizás estás ya haciendo carne el hecho de “amarlo incondicionalmente", o sea sin importar su condición. Y estás reconociendo que esto, aunque raro, es muy bueno. ¿Sabes por qué es tan bueno? Porque implica que te estás amando a ti mismo y entonces sí, ahora puedes amar al otro, porque ahora puedes “dar lo que tienes” y comprendiste que es muy difícil amar a otro si uno no se ama a sí mismo.
¡Menudo camino te mandaste! Lo tuyo es IM-PRE-SIO-NAN-TE .

El viejo patrón de “esperar la asistencia” de un evento celestial, de erupciones solares, o desastres, está bastante obsoleto. Tú lo viste hace rato y un día te dijiste: "Ahora nosotros somos los ángeles". Y no quisiste esperar que un gobierno se ocupe de nosotros, cediendo así nuestro poder a los demás, cuando en realidad somos nosotros quienes tenemos que hacernos cargo de nuestra propia dicha y dejaste de lado lo que se llama el gobierno, y te convertiste en tu propio “cuerpo de gobierno” y ahora eres capaz de tomar tus propias decisiones sin esperar que te digan cuando y como, porque comprendiste que puedes vivir y ser feliz con inmensa abundancia, escuchando simplemente a la voz de tu corazón y actuando en consecuencia... y como te amas inmensamente y amas incondicionalmente al otro, es imposible que le hagas daño a alguien cuando ahora tomas tus decisiones.

Que bueno fue cuando reconocimos juntos, después de haber cometido tantos errores, que éstos deberían servir para algo más que para generarnos culpa tras culpa. Y entonces fue allí que lo descubrimos y vimos que esos errores son el verdadero camino del aprendizaje y entonces colgamos nuestras culpas de un árbol y dejamos que la luz de este descubrimiento nos cubriera y nos inundara y aprendimos tambièn esa lección : “no hay error, sólo aprendizaje y evolución”. Y allí recuperamos parte de nuestro poder, porque ya nunca más permitimos que nos cargaran con culpas y tampoco se las cargamos a nadie más. Y empezamos a sentirnos más libres, ¿te acuerdas que hermoso fue, cuando empezamos a comprender las palabras del que dijo hace más de dos mil años, que al conocer la verdad , ésta nos haría libres? ¡Él sí que la tenía clara! El hecho de sentirnos libres porque empezábamos a conocer ciertas verdades, poco a poco también nos fue haciendo perder algunos miedos. Y fue grandioso cuando comenzaste a reirte de esos miedos que te implantaron desde chico, porque ya no tenían sentido en la nueva estructura de humano-angel que te estabas forjando. Y más grandioso aún fue cuando me contaste que habías comprendido que la humanidad que está mal, está mal por miedo, por miedo a estar bien. Me dijiste lleno de iluminación, que veías que todas las guerras actuales y pasadas eran por “miedos”, miedo a no tener, miedo a ser dominados, miedo a ser menos, miedo a amar, básicamente. Y fue así que empezaste a soñar otro mundo, un mundo sin guerras, sin odios, sin discriminaciones, sin egos, porque todas, me dijiste con la alegría del que comienza a despertar, todas estas causas, tienen su origen en el miedo.Y fue entonces que empezaste a visualizar la Unidad. Después me dijiste que si hilabas bien finito, llegabas a la conclusión que sólo hay dos energías principales para tener en cuenta y que de ellas se desprenden todas las demás y que son EL AMOR, por un lado y en su opuesto EL MIEDO.
Esta visión, ¿te acuerdas? te hizo ir trascendiendo de a poco tus propios miedos, al reconocerlos manifestados en el otro. Lógico que aún quedan algunos por ahí adentro nuestro, pero lo importante es que ahora “aprendimos a usar la percepción” y entonces es muy difícil ya que nos pueda engañar nuestro ego. Ya lo aprendimos, ya lo conocemos y cada vez le cuesta más engañarnos.

Como te decía, es mucho y muy maravilloso todo lo que se logró gracias a ti, a tus sueños de cientos de años, también a tus penas y a tu aprendizaje. Lo estás logrando y te doy las gracias como hermano-hermana de la vida. Seguramente lograste muchas cosas más que hoy ya ni me acuerdo por tanto entusiasmo que me causa verte crecer tanto. Si me olvido de algo hazmelo saber, ya sabes dónde encontrarme. Siempre junto a ti. Quizás te vuelva a escribir para contarte de tus logros...

GRACIAS, hasta siempre.

1 comentario: