Gaia

Gaia te dice:
Amado humano, amada humana, recuerda que eres parte de mí y en mi vastedad eres una partecita más que forma parte integral del todo. Quiero recordarte que todo está bien, que ninguna de tus acciones me afectan... que no existe la culpa, ni el dolor para mi. Todas esas emociones son parte de ti y yo puedo comprenderlas mas no compartirlas porque no son parte de mi naturaleza. Así que cuando escuches que estoy triste o llorando por el daño que tu me has hecho, ten por seguro que eso es una proyección de algún humano que se siente así. Y así lo comprendo con mi amor infinito, envolvente, que no conoce nada más que la protección hacia las criaturas que forman parte de mí, que siempre se encarga de restablecer el equilibrio de todos los sistemas y redes de mi totalidad. Por eso te reitero una vez más, que todo esta bien, que te relajes y que disfrutes de estar con vida en este planeta. En mi consciencia la dualidad está integrada, la oscuridad y la luz son ambas necesarias: sería imposible para una semilla germinar si no tuviera la oscuridad de la tierra de mi vientre; sería imposible para una semilla germinar si no tuviera el calor y la luz de los rayos del sol. Así mismo para ti humano, humana, la quietud de la noche y la oscuridad te trae el descanso y el sosiego, la claridad de la luz te trae la alegría del día y la acción. Puede que veas éstas como separadas, pero en realidad son parte de un contínuo, de un ciclo, un círculo que gira en torno a una verdad, la de la naturaleza. Por eso te digo querido humano, humana, la dialéctica de la oscuridad y la luz se integra en mi girar, no son cosas separadas. Igual se juntan en ti como dos torbellinos que al unirse, producen la vida y la consciencia.

Abjini ArraizAgosto 2009
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